martes, 30 de agosto de 2011

Life is just a dream on the way to death.






Botella de vodka en mano, ojos llorosos y desgastados, la ropa hecha jirones, olor intenso a lluvia y el pelo enredado como de costumbre. No era de extrañar encontrársela así, sumida en una profunda pesadilla. Soñando con el regreso de su cadavérico príncipe de ultratumba, que yacía enterrado en un cementerio donde los espíritus gritan sin piedad por la noche y despiertan al viento y a las tormentas. 


Cuentan que una enigmática mujer lo embrujó por completo, desde el primer día en que lo conoció. Una vez no le pareció suficiente para encontrarse con ella. A medida que él se iba encaprichando más, ella lo iba consumiendo lentamente. Hasta que un día, la chica que verdaderamente lo amaba se percató de lo que estaba pasando. Él intentó salir de ese abismo, pero era demasiado tarde, pues esa bruja embaucadora se aprovechó de él hasta el último soplo de su respiración. No podía aguantar más, era demasiado tarde. 


La muerte, impasible y anciana, fue a buscarlo sin piedad, y cerró los ojos del muchacho con sus huesudas y ásperas manos. 


Y ella, como una Cenicienta sin zapato de cristal, como una Bella Durmiente sin despertar con un beso de amor eterno, llora su pérdida eternamente.


Borracha y perdida en medio de la nada

sábado, 27 de agosto de 2011

Otra noche más.

Anoche las estrellas se mostraron más brillantes que nunca. Parecían sonrisas de una boca perfecta, cuyos dientes marmóreos y relucientes resplandecían en medio de una oscuridad siniestra. La luna también se convirtió en nuestra compañera, quizás bastante celosa de los besos que nos regalábamos a cada segundo. Tu risa incitando a la mía, mis manos buscando las tuyas. Y de pronto, como quien no quiere la cosa, nos sumergimos en un profundo y tranquilizante silencio. Miraste el reflejo de tus ojos en tu espejo más preciado, los míos. Me dijiste: "aunque no pueda verte bien sé que hoy luces más preciosa que nunca. Me vuelves loco cuando tienes el pelo despeinado y el rimmel casi corrido." Parece estúpido, pero me sonrojé. Sé que es mucho tiempo juntos, pero contigo vuelvo a ser la quinceañera inmadura e inocente de hace casi cinco años. Y, si te soy sincera, creo que te gusta que me comporte así. No quiero decir que sea una cursi y repelente princesita en apuros. Sabes que ese prototipo me parece absurdo y repipi. Soy simplemente alguien que encontraste por casualidad, una chavalita aventurera, atrevida, sonriente, loca e histérica, que logra que se te amontonen sonrisas por milésima de segundo. Y eso se debe a todas las chiquilladas y tonterías que hago. Y también disgustos, sí. Bendita y puta inocencia, ¿por qué llegaste a mí? Aunque no me imagino sin ella, es imposible que fuera yo.


Tampoco tú eres mi príncipe azul, tan perfecto como lo pintan los cuentos. Si fueras un príncipe jamás te colorearía de azul, me resulta imposible. El azul es un tono demasiado frío para tí. Quizás te pintaría de verde, el color de la esperanza, o quizás fueras de color amarillo, enérgico y cálido como el sol. Bueno, da igual. Lo que importa es que eres diferente e increíble y que conviertes cada momento que estamos juntos en un recuerdo inolvidable. Y me da igual si no somos príncipes, ni reyes, ni tenemos un ostentoso palacio con piedras preciosas y oro. El tesoro más preciado es la sinceridad de tus palabras y el resplandor de tu sonrisa, tu forma de abrazarme y el néctar de los besos con sabor a fruta fresca que me ofrece tu boca. Es tenerte a ti y saber que puedo contar contigo siempre.




Nos tenemos el uno al otro. Y eso es lo único que importa. 

viernes, 26 de agosto de 2011

Only black in my mind.

Cierro los ojos y sólo se ve negro. Interprétalo como más te guste. Puede ser el negro de tus redondas y dilatadas pupilas o el negro de los graznantes y ruidosos cuervos. Es el único color que hoy discierne mi mente, aturdida y confusa. No se ve nada blanco, ni siquiera rojo; tampoco gris. Ni ese rosa fucsia tan alegre de mi vestido que tanto dice la gente "qué color tan realmente encantador". Únicamente el color reinante es el negro, se ha convertido en el dueño de mi pensamiento. Pretendo no imaginar nada, dejar la mente volar. Pero todas las figuras que ésta pinta son de color negro. Se ven desde las circunferencias más perfectas hasta las construcciones más rectilíneas; desde la línea más recta y fría a la más sinuosa. Y todo en conjunto compone una esperpéntica pero bella arquitectura. Formas de todo tipo se van combinando entre sí, dando lugar a una perfecta armonía. Parecen galaxias apiladas en medio de un universo frío y oscuro.


Sin embargo de pronto despierto. Veo todos los colores, cada uno pintando una parte de mi vida. También hay cosas negras, he de reconocer. Pero sin duda creo que donde mejor puedo guardar este color es en mi mente.